
Descubrí a Dolores Redondo gracias a Sant Jordi. Alguien muy especial me regaló su novela Todo esto te daré, con la que la escritora ganó el Premio Planeta 2016. El libro me atrapó desde la primera página. Sin duda la historia que cuenta te engancha y te mantiene en vilo hasta el final. También influye la descripción que hace de la Ribera Sacra, en Galicia. La ves. Sientes su belleza. Y, en algunos momentos, ¡hasta puedes notar el sabor del vino de la zona! Dolores tiene una forma de narrar intensa, trepidante. Profunda. Me asombra. Me llega de una manera difícil de explicar. Quizá sea por la pasión con la que escribe, con la que te envuelve y te embriaga. Es posible que la clave de su magia esté en lo que dice a través de Manuel, el protagonista de esta premiada novela: «Escribir surge de la necesidad humana, de la penuria del alma, de un hambre y un frío por dentro que sólo se calma, temporalmente, escribiendo.» ¡Sin palabras! Por eso, al finalizar la lectura de la novela, se necesita más Dolores Redondo. Sí, como una droga. En mi caso, descubrí entonces que esta mujer había escrito más libros. ¡La famosísima trilogía del Baztan! Corrí a la librería y me agencié el primer volumen, El guardián invisible. ¡Menuda trama! Qué grande su protagonista, Amaia Salazar, inspectora de la sección de homicidios de la Policía. (calma, ¡no pienso hacer ningún spoiler!). Por supuesto, no tardaron en caer los otros dos componentes de la trilogía, Legado en los huesos y Ofrenda a la tormenta. ¡Brillante trilogía!
Cuando finalicé su lectura, sentí de nuevo vértigo, típico en una despedida no deseada. También la falta de oxígeno. Pero algo me dio esperanzas: me faltaba por leer su primera novela, Los privilegios del ángel. Solo había un problema con el libro. Nada, una cosa sin importancia. ¡Está descatalogado! Pueden encontrarse ejemplares de segunda mano, como en Amazon, ¡con un precio desorbitado! Así que, después de la trilogía, quedé huérfana. Tardé en volver a leer nada. ¡No me apetecía! Dolores Redondo te sumerge en sus mundos con tal fuerza que luego cuesta mucho salir de ellos. Concebir otras historias. Escuchar otras voces. Con el paso del tiempo, como la cabra tira al monte, y a mi leer me da la vida, retomé mis lecturas. Pero, admitámoslo: no he dejado de estar atenta a las andanzas de esta escritora. Por eso, cuando descubrí que el pasado uno de octubre regresaba a las librerías con otro libro, La cara norte del corazón, ¡salté de alegría! Literalmente. Volví a saltar cuando me enteré de que su protagonista vuelve a ser la mismísima Amaia Salazar. ¡Infarto a la vista!
No. Aún no lo he comprado. Es extraño, ¿verdad? Te preguntarás por qué. Verás, es que resulta que Dolores va a presentarlo en diferentes ciudades. ¡Y a firmarlo! Así que estoy reprimiendo mis impulsos de correr a comprar un ejemplar. ¡Lo que me cuesta! Pero, al mismo tiempo, deseo con todas mis fuerzas adquirirlo en la presentación. Poder escuchar en directo a esta increíble escritora. Verla.
¡Esperaré!
Y a ti, ¿te gusta leer a Dolores Redondo?
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