
Le sigo la pista a Nuria Gago desde la serie El cor de la ciutat. De lunes a viernes, después del telediario de TV3, ¡Nuria deslumbraba! Interpretaba a Rut, una chica descarada y trepa que se liaba con el padre de su mejor amiga. Vamos, ¡tu amiga ideal! Era tal la fascinación que despertaba, que el pobre hombre enloquecia por completo. Si viste la serie, supongo que recordarás el fatal desenlace que tuvo Rut. A ver, que no era ninguna santa, ¡pero tampoco era para que acabara asesinada!
Aquel primer papel de Nuria le abrió muchas puertas. Desde entonces, ha actuado en numerosas películas, series, cortometrajes y obras de teatro. Espera, hay más: ¡también es escritora! Que sí, que sí: ha publicado dos libros y, aunque todavía no he leído el primero, acabo de finalizar la lectura del segundo, Quiéreme siempre. ¡Cómo lo he disfrutado! No en vano ganó el Premio Azorín de Novela 2018. Confieso que cuando empecé a leerlo me sorprendió su tono desenfadado, juvenil, fácil. Tenía la impresión de que me estaba hablando una veinteañera. Pero, no. Las apariencias engañan y, a medida que se va avanzando en la lectura, descubres un libro con gancho. De esos que te agarran y no te sueltan. Y no precisamente porque sea una novela policiaca o de argumento trepidante. No. Más bien es un libro para leer con calma, saboreándolo. Respirándolo. Las historias que conforman esta novela son de una ternura total. Y la sensibilidad con la que Nuria las transmite es, simplemente, apabullante. Ya no se trata de que puedas sentirte identificada/o más o menos con la protagonista, Lu. Porque, imagino, al menos te habrán partido el corazón en pedazos una vez. Roto en plan terremoto, de esos que no dejan nada en pie. ¡Nada! La conexión con lo que cuenta va mucho más allá. Nuria habla de la vida, de las cosas que de verdad importan. Y para hacerlo regala escenas inolvidables y personajes adorables. Imborrable la relación entre Lu y la octogenaria Marina, o la de Rita con su cobaya Cloti.
Me urge recomendarte este libro. Porque, en los tiempos que corren, es necesario defender no solo la alegría, sino también la ternura. Y este libro irradia delicadeza desde el principio. Ahora que empezamos a hacer listas mentales de posibles regalos de Navidad, tenlo en cuenta. Para tentarte, te dejo aquí varias frases que se me han clavado en el corazón. Algunas, ¡hasta me han provocado lágrimas!
«El mundo siempre encuentra una manera de devolverte lo que la vida te quita a zarpazos.»
«Lloré de forma discreta de camino a casa de Marina, como llora la persona que más ha perdido en el entierro, con la discreción sentida del dolor irreparable.»
«Si está para ti, ni aunque te quites, si no está para ti, ni aunque te pongas.»
«Si la Navidad no sirve para creer en los milagros, entonces para qué demonios sirve.»
¡Apúntatelo! Por mi parte prometo estar pendiente de cuanto escriba Nuria. ¡Y contártelo!
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