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Humor natural

Qué difícil resulta a veces reír. Los problemas con los que nos encontramos en el camino no siempre tienen una solución sencilla. En ocasiones, ni la tienen. Podemos estar horas sin manifestar alegría alguna. Días. Semanas. Meses. Sin que ni la boca ni los ojos se muevan para dibujar una sonrisa. Es lo que ocurre cuando lloramos la pérdida de alguien que era importante en nuestra vida. O cuando nos enfrentamos a una enfermedad de pronóstico malo. Propia o ajena. Los más desafortunados, padecen algún tipo de trastorno depresivo que les sumerge en una tristeza eterna. Todo es permanentemente gris. Peor, negro. Pero, para la mayoría de las personas, los episodios de dolor emocional se combinan con anécdotas divertidas que nos ofrecen una tregua. Una pausa en el sufrimiento. Es importante permitirse vivirlas.

El humor es un gran aliado en tiempos revueltos. Un flotador al que agarrarse cuando las lágrimas amenazan con inundarlo todo. También en momentos de incertidumbre como el actual. No sabemos cuándo acabará esta pesadilla del Covid-19. Tarde o temprano pasará, ¡no es la primera pandemia mundial! Ni la última. Pero, ¿qué hacemos mientras? Echamos de menos las muestras de cariño con nuestros seres queridos. Los encuentros de largas conversaciones. Las carcajadas que salpican saliva. Los ataques de risa que relajan, a veces en exceso, el esfínter uretral. ¡Nos faltan tantas cosas!

Necesitamos defender la alegría. ¡Más que nunca! Devolverla a nuestra vida cotidiana. Y compartirla con nuestros seres queridos. Elsa Punset recuerda en una entrevista reciente que “la neurociencia ya ha demostrado que las emociones se contagian como un virus. Nuestro estado de ánimo tiende a ser el promedio del de las personas más próximas”. ¡Ábrete al virus de la alegría!

Reír es necesario. Sano. Natural. No en vano, hace cinco años dos fotógrafos crearon el Comedy Wildlife Photography. Es un concurso de fotografía de la naturaleza desde un punto de vista cómico. El objetivo es triple: concienciar sobre la importancia de preservar la vida salvaje, recaudar fondos para destinarlos a proyectos de conservación y, ¡defender el humor!

Si tienes tiempo y ganas, te aconsejo encarecidamente que mires las 44 fotografías finalistas de este año. No tienen desperdicio. Incluso puedes participar en la votación para elegir la imagen ganadora. ¡Yo ya lo he hecho! Y si eres una persona amante de la fotografía natural, el año que viene puedes animarte a participar.

Pase lo que pase, mantén los ojos abiertos. Observa lo que sucede a tu alrededor. No abandones la capacidad de sorprenderte. Rescata la risa. Ríe incluso en los momentos más inoportunos. ¡Esa es la risa que mejor sienta!

(Foto: Trufa durmiendo a su manera)

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Publicado en Escritura Historia real Naturaleza

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