Saltar al contenido →

Tiempo de insectos

tiempo-de-insectos

El tiempo ha enloquecido. Cuando estamos a punto de darle la bienvenida a la primavera, va y se nos cuela el verano. Hay gente que está encantada, solo hay que ver las playas. Yo estoy preocupada. No sé si te acuerdas, pero el año pasado empezamos a sudar en mayo. Espero que el calorcito se vaya por donde ha venido, que nadie le ha invitado. Ahora es tiempo de flores y de insectos polinizadores. ¡Ya están aquí!

El otro día me llevé el primer susto del año. ¡Solté un grito! Regaba mis plantas cuando, de repente, cruzó ante mí un ejemplar de Xylocopa violcea, abejorro carpintero europeo para los amigos. ¿Has tenido el gusto de conocerlo? Es negro, grande, peludo y sus alas tienen reflejos azules y violeta. Visita a menudo las amarillas flores de mi Sedum Palmeri y se marcha cargado de néctar y polen. Mirado desde la calma y la curiosidad, me he dado cuenta de que es un animal hermoso. Si no le molestas, si simplemente le observas y le respetas, no te clava su aguijón.

Se le llama carpintero porque la hembra agujerea la madera con sus mandíbulas. A mordiscos, construye galerías paralelas que desembocan en una abertura única. Las divide en pequeñas cámaras de cría, que separa con saliva, néctar y virutas de madera. Deposita los huevos por orden de eclosión, de tal modo que el que está al final de la galería será el último en romperse y, de este modo, cuando la cría esté preparada, podrá salir del túnel sin tropezarse con sus hermanos. En el interior de cada cámara, la madre deja una bola de néctar y polen que alimentará a la larva. Inteligencia animal.

Me gusta ver revolotear a los insectos polinizadores. ¡Hay tantos! El invierno es una estación bastante aburrida, porque muchos hibernan y no se dejan ver hasta la primavera. Otros insectos conviven con nosotros durante todo el año. Es el caso del pececillo de plata, Lepisma saccharina para los científicos. Seguro que has visto alguno en tu casa. Tiene un cuerpo alargado, escamado y plateado, antenas y unos filamentos en la cola con forma de te. Es inofensivo.

Acostumbra a dejarse ver en el lavabo. Su lugar preferido es la bañera, en cuyo desagüe se esconde para que nadie le encuentre. Se alimenta de cabellos, caspa y suciedad, y también de almidón y cola. Los libros son otro de sus escondites preferidos. Si alguna vez has visto pequeñas muescas en alguno de tus amigos encuadernados, ya tienes al culpable. Que le vamos a hacer, es un animal hambriento de letras y de cultura. Para disuadirles, coloca en tu librería un poco de clavo de olor. Les horripila.

Una curiosidad de este simpático animal es su forma de reproducirse. La inseminación de la hembra se produce después de la cópula. Tras el disfrute, el macho deja los espermatozoides a disposición de la hembra en una especie de bolsa. En plan «sírvase usted misma.» Sorprendente ¿verdad?

Más sorprendente es un descubrimiento reciente que ha asombrado a los centíficos. Los insectos saltahojas, conocidos como chicharritas, propulsan sus heces en forma de gotas lejos del lugar en el que se alimentan. Su dieta, savia de árboles y plantas, es baja en contenido nutritivo y alta en contenido acuoso. Para deshacerse del abundante líquido que succionan, podrían hacerlo en forma de chorro, como hacemos los animales más grandes, pero optan por las gotas propulsadas. Una gota es la cantidad exacta que pueden manipular sin un excesivo gasto de energía. Con este sistema, eliminan hasta trescientas veces su propio peso corporal al día, cuando los seres humanos solo eliminamos el 2,5%. Estos bichos «han conseguido dominar la física de la tensión superficial como los mejores científicos de élite», afirma uno de los científicos autores del descubrimiento. Dicen que una imagen vale más que mil palabras, así que te aconsejo que mires este vídeo.

En primavera y verano hay gente que grita mucho. Hay quien incluso se niega a comer al aire libre, porque no soporta la presencia de insectos voladores. Por desgracia, los insectos acostumbran a despertar asco o miedo. Es una pena, porque son animales fascinantes. A pesar de que se empeñan en realizar apariciones repentinas que me asustan, me gusta observarlos. Ahora mismo, y lo confieso en voz baja para que no me taches de rarita, estoy ansiosa por volver a ver a la abeja serradora. ¡Ay cuando aparezca!

Para amar a los animales con tres pares de patas hace falta tiempo y paciencia. El naturalista Oscar Aranda fue interrogado sobre los motivos que nos impiden aceptar a estos diminutos seres. «Creo que la respuesta está en una falta de tiempo. No tenemos tiempo de observar. La observación es lo que nos invita a aprender. Dentro de la observación está la admiración, y admirar nos permite sentir empatía. Eso nos abre los ojos para aceptar esa belleza muchas veces oculta.»

Compartes el planeta con millones de especies de insectos. Mira a tu alrededor. Tómate tu tiempo. Dales una oportunidad para asombrarte; para conquistarte.

«Ninguna de las criaturas de Dios es en lo absoluto considerada, por su propia naturaleza, despreciable; la mosca más humilde, el insecto más insignificante tiene su uso y virtud.» Mary Astell.

Print Friendly, PDF & Email

Publicado en Historia real Naturaleza

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *