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Cinco ideas veraniegas

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Junio llega a su fin y nos deja a las puertas de las vacaciones veraniegas. Deseadas, necesarias. ¿Qué hacer con ellas? Hay infinidad de posibilidades. En junio pasado te propuse algunas ideas, a las que ahora sumo cinco más. Algunas son bastante tentadoras.

1. Regálate baños seguros

La subida de las temperaturas está provocando un aumento alarmante de medusas en nuestro querido Mar Mediterráneo. En algunas playas ya ondea la bandera que alerta de su presencia y los bañistas las miran con tristeza desde la arena. Ante la ola de calor, la desesperación aumenta. Algunos se aventuran a sacarlas del agua con caza mariposas, pero es un esfuerzo inútil, además de cruel.

A la hora de planificar tus días de playa, es importante que te informes antes de salir de casa. La aplicación informática Medussap puede ser una buena aliada por tres motivos: con ella cualquier bañista pueda advertir del avistamiento de medusas en nuestras costas; permite averiguar la peligrosidad de las diferentes especies; informa sobre cómo actuar en caso de picadura. ¡No está mal!

Por desgracia, las medusas no son las únicas indeseables que optan por bañarse en aguas mediterráneas. Cada vez es más frecuente la presencia de ¡tiburones! Los bañistas de las tarraconenses playas de Martinenca, Maricel y Marjal de Alcanar lo saben bien. Ante las presencia de dos tintoreras, les han prohibido el baño. Las autoridades municipales aseguran que no son agresivas con los seres humanos, pero más vale prevenir que lamentar. ¡Siempre hay una primera vez!

En cualquier caso, es fundamental que cuando te adentres en el mar veas bien. Si eres tan miope como yo, regálate unas gafas de natación graduadas. De lo contrario, saldrás huyendo del agua pensando que un cocodrilo te quiere hincar el diente y luego descubrirás que se trataba de un tronco flotante. Me ha pasado.

2. Sumérgete en el mundo Kuchofuku

Si el calor te supera y ya estás hasta las narices de bebidas refrescantes, duchas frías y abanicos, cambia tu vestuario. Siempre puedes equiparte de pantalones cortos, minifaldas, vestidos o camisetas de tirantes, pero mi propuesta es otra: ¡súmate a la moda japonesa! La empresa Kuchofuku ha diseñado unas chaquetas con aire acondicionado que refrescan al evaporar rápidamente el sudor. Estas chaquetas pueden utilizarse tanto en el entorno laboral como durante el tiempo libre. Vayas donde vayas, ya no tendrás que preocuparte de si hay o no aire acondicionado. ¡Lo llevarás contigo!

El problema de estas chaquetas es que el aire las infla. Si no te motiva parecerte al muñeco de Michelin, puedes recurrir a otro invento que al menos te permitirá descansar un poco por la noche: el colchón con aire acondicionado. Dos ventiladores ubicados en la zona de los pies hacen circular el aire a través de una serie de membranas y refrescan el colchón. El sistema es silencioso, tiene tres velocidades y un programador para que no te despiertes en estado de congelación. Es una propuesta tentadora, aunque siempre cabe la posibilidad de que haya un cortocircuito y te electrocutes. En la vida hay que arriesgar.

3. Mira al cielo

Para esos días en los que el tiempo se dilata y el aburrimiento se instala, te propongo que mires las nubes. Obsérvalas con atención y quizá descubras en ellas formas interesantes. Esta actividad desarrolla la imaginación, relaja y da calorcito al corazón. Es a lo que se dedicaron el artista Chris Judge y la fotógrafa Cliona O’Flaherty durante el confinamiento, al descubrir en el cielo de Dublín una manera estupenda para entretener a sus retoños. Fotografiaron nubes y dibujaron sobre ellas un mundo habitado por todo tipo de animales: perros, gatos, dragones, osos, dinosaurios, ¡incluso cocodrilos! El resultado es A Daily Cloud. Puedes ver sus trabajos en su página web y en Instagram. ¿Verdad que es delicioso e inspirador?

4. Regresa a la escuela

El verano es un buen momento para aprender cosas nuevas. Aparecen infinidad de cursos intensivos que te enseñan a cocinar, a defenderte en un idioma extraño, a coser, a bailar, a nadar, a navegar, a sobrevivir, etcétera. Si te da pereza salir de casa o tu economía no te permite sufragarte ningún curso, siempre puedes recurrir al mundo virtual.

Las cadenas de televisión públicas y las plataformas cinematográficas privadas ponen a tu disposición un sinfín de películas, series y documentales con las que puedes pegarte un buen atracón de palomitas. Quizá sea el momento de acercarte al cine coreano o de conocer alguna historia de supervivencia. Si prefieres la lectura, puedes aprovechar para leer alguna trilogía de infarto.

5. Asiste a una Füde Dinner Experience

Esta propuesta es de lo más sugerente. ¡Son cenas sin ropa! Su fundadora, la artista y modelo Charlie Ann Max, se dio cuenta de que la mejor manera de aceptar su propio cuerpo era practicando el nudismo. Después se le ocurrió combinarlo con la gastronomía vegana y así nacieron unos encuentros que están dando mucho de que hablar. Su objetivo es que los participantes encuentren su verdadero ser y experimenten una transformación. ¡Toma ya!

Las cenas son en grupos de no más de veinticinco personas que no se conocen entre sí y tienen un coste aproximado de ochenta euros. El próximo agosto se estrenan en España y, si no quieres perderte la que sin duda será una experiencia inolvidable, apunta en tu agenda estas fechas: Madrid, 20; Barcelona, 26 y 27. Si te pillan de vacaciones, siempre puedes organizar una velada privada. Para más información, consulta su página web. Si prefieres comer en tu casa y con ropa, pero te tienta la comida vegana, siempre puedes cocinar alguna de sus recetas.

Hagas lo que hagas este verano, sigas o no alguna de estas cinco ideas veraniegas, no dejes de asombrarte. En la defensa de la alegría, la rutina y el aburrimiento no son buenos aliados. Alimenta tu capacidad de sorprenderte, tu curiosidad por otros mundos. Y, sobre todo, cuídate, cuida de tu entorno y de tu gente.

¡Nos leemos en septiembre!

«Descansar demasiado es oxidarse.» Walter Scott

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Publicado en Historia real Naturaleza

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